miércoles, 11 de agosto de 2010

resumen del video

Hace ya varios años escuché a una persona decir la conocida frase, “los pecados de la Iglesia Católica” refiriéndose a las atrocidades que se cometieron durante la edad media en nombre de la fe. Ya que tuve una formación católica desde pequeño, el tema me inquietó mucho y de a poquito, como era bien pobretón y aún no tenía Internet, empecé a juntar evidencia de lo mala que fue la Iglesia durante ese periodo.

Años más tarde, no sintiéndome ya un Católico Apostólico y menos Romano, pero aún creyendo en “El Pulento”, “El Vivito entre Vivitos” o “El Zañartu de los cielos”, y teniendo su buen criterio deformado por el alcohol, las drogas y el sexo, mi conclusión era y sigue siendo el día de hoy, que la Iglesia no era mala per se, aún más, que las acciones funestas que se llevaron a cabo durante la edad media y se atribuyen al actuar directo del Vaticano, fueron en casi todos los casos de corte político (en esto me refiero a los reyes de Europa) y no expresión de lo que representa la fe cristiana.

Me explico mejor, el soberano más poderoso de Europa (de turno) usaba al Vaticano como títere y lograba manejar su política exterior justificando sus actos y obteniendo el perdón que necesitaba para que la gente común no reaccionara. En este escenario el Papa no podía decirle al rey de Francia o España: “no te apaño guacho, te volaste”, por que si no el rey lo cambiaba.

Ejemplo de esto, es que cuando el Rey Felipe IV “El Hermoso” (tocayo mío tenía que ser, por lo de hermoso digo, no porque yo también me llamo Felipe) a consecuencia sus conflictos con el Vaticano destituyó a Bonifacio VIII poniendo en su lugar a Benedicto XI y después a Clemente V, y trasladó la sede pontificia a Avignon.

Entre estos conflictos, voy a tratar de resumir un poco, el más importante era que el Rey de alguna forma liberó a los vasallos de los señores feudales diciendo que todos eran en principio hombres libres y que debían obediencia al Rey, por intermedio de su persona los nobles ejercían sus potestades. Esta política lo enemistó con los pro feudales y los pro vaticano. Antes de liberar los cumas, mi tocayo se había propuesto la expansión de Francia para establecer su hegemonía, lo que lo dejó pato. Para poder ganarse la plancha, este rey, expropió a los judíos, a los toscanos (banqueros de esa época) y se le atravesaron los Templarios (tesoreros del reino), que eran como el grupo Angelini, el grupo Luksic o grupo Matte.

Más helado que culo de pingüino y sin apoyo de los nobles, pero con el populacho a lapa, se le ocurrió decir que los cabros de la Orden del Temple escuchaban Iron Maiden y Deicide, o sea eran herejes, y se decidió a hacerles una “Mejicana”. Sin preguntarle al papa declaró a los templarios como terroristas, a esto Bonifacio VIII no quiso seguirle el juego y se negó, por esto el rey entregó la administración de la justicia a un culiao llamado Nogaret que era como el mamo Contreras, el cual sancionó la sentencia y se les declaró “outlaw” (proscritos), de paso el rey se hecho al papa y se acabronó con el potificado llevando la sede a Francia.

Advertencia contenido histórico.

“Felipe el Hermoso puede ser considerado como el primer rey galiciano. Bonifacio VIII, por la bula ‘Unam Sanctam’, había declarado que ‘toda criatura está sometida al Pontífice Romano y que dicha sumisión es indispensable para su salvación’. Felipe el Hermoso luchó constantemente por la independencia del poder civil en lo temporal.”


Los ‘burgueses del rey’, instituidos hacia mediados del siglo XIII, constituían una categoría especial de súbditos. Apelando a la justicia real se desligaban tanto de sus obligaciones para con el señor feudal, como de la residencia en determinada ciudad. En cualquier lugar del reino no obedecían sino al poder central. Esta institución adquirió gran desarrollo durante el reinado de Felipe el Hermoso. Bien puede decirse que los burgueses del rey fueron los primeros franceses que poseyeron un estatuto jurídico similar al de los modernos ciudadanos.

Maurice Druon- Los Reyes Malditos, El Rey de Hierro.


Otro ejemplo es, cuando bajo el reinado de Luís XII, el cardenal Richelieu y Francois Lecrerc (Su Eminencia Gris), apoyaron las guerras contra los Habsburgo, que en definitiva iban en beneficio no de la iglesia, sino de Francia.

Más, la primera cruzada, en la cual no participaron soberanos, se debió principalmente a que los segundones de los reyes querían tener un pedazo de tierra para gobernar a destajo y para esto necesitaban la aprobación del Vaticano, en esto los reyes vieron la oportunidad de tener más vasallos.

Los reyes católicos cuando llevaron a cabo la reconquista de España necesitaban la venia de la iglesia para poder masacrar a los no católicos y los musulmanes, en esta acción no veo ningún sentimiento religioso sino la ambición de dominar los territorios adyacentes a cualquier precio, sin que los tildaran de asesinos.

Documentario: Il Medioevo, Inquisizione E Persecuzioni - PARTE 1/6

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